martes, 26 de mayo de 2009

Recordar los sueños


Abro los ojos, sigo inmóvil, empiezo a recordar.
¡Rápido! que el sueño se va... Conforme voy llegando al final del sueño lo recuerdo todo con menos claridad. Mi cuerpo cobra vida, me siento en el borde de la cama y miro al suelo donde caen mis pies. Ya no me acuerdo.

Como odio eso.

Es frustante saber que has soñado pero no terminar de saber el qué, cómo.. y todas las preguntas necesarias que nos surgen en el momento.
Quisiera tener el poder de tener una tecla como las grabadoras y a la hora de empezar a soñar activarla para así grabar todo lo que sueño. Todos mis sueños quedarían guardados en cintas, podría verlos y estudiarlos cada vez que quisiera.
Después de pensar en todo esto te pasas el día intentando recordar ese sueño que te atonta durante el día al hacer intentos absurdos de recordarlo. Con suerte captas instantes, desde los que puedes partir y recrear un nuevo sueño a tu antojo. Eso solemos hacer muchas personas, o eso creo. Recuerdas de tu sueño que esa persona te decía: te quiero... pero no tienes más instantes que ese del "te quiero" y otro en el que sales corriendo... pues puedes empezar desde cero.

"La vi aparecer y se acercaba a mí. Tenemos que hablar, me dijo. Yo le contesté: tú y yo no tenemos nada más que hablar. Ella me besó y me dijo mirándome a los ojos: te quiero. Vió aparecer al villano y salió corriendo diciéndome que me buscaría después. Por supuesto no me iba a quedar sin hacer nada. Salí tras ella peleando con el villano que la atrapó. Tras un breve pero intenso intercambio de golpes el villano se rindió y nos dijo adios. Asi que finalmente recuperé a la chica y me quedé con ella para siempre."
FIN.

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